Correo electrónico ¿Cómo sirve, para qué se usa?
El correo electrónico o «e-mail» es la herramienta más antigua y a la vez más útil de Internet. Permite enviar y recibir mensajes a cualquiera de los/as usuarios/as de Internet en el mundo. Dichos mensajes consisten en la transferencia de información (texto, imágenes, sonido, etc.), es decir ficheros electrónicos de diversos tipos, entre dos ordenadores. Fue diseñado para que dos personas pudiesen intercambiar mensajes utilizando ordenadores, como en la vida cotidiana se intercambian cartas utilizando el servicio postal ordinario.
Para recibir un correo electrónico, una persona debe tener un buzón electrónico, que no es más que un área de almacenamiento, en disco generalmente, donde se guardan los mensajes que llegan hasta que el/la usuario/a los lee. Al igual que en buzón postal, el de e-mail tiene una dirección que debe hacerlo inequívoco, y que el remitente debe saber antes de mandar un mensaje. También hace falta, a manera de sistema de correos, un sotfware de correo electrónico que actúe, de forma armónica, en el ordenador del remitente, en el del destinatario/a y en todos los elementos intermedios por los que el mensaje deba pasar.
Para enviar un mensaje a través de Internet, el/la remitente debe ejecutar una aplicación específica en su ordenador, que le permite redactar y editar el mensaje, dar la dirección del destinatario/a y las características especiales que el mensaje pudiese tener (acuse de recibo, urgencia etc...). Una vez completo el mensaje, el software de correo electrónico lo envía, a través de la red, al buzón del destinatario/a. En la mayoría de los sistemas, cuando llega un mensaje, se informa al receptor/a, bien con un texto escrito, con un icono determinado, o emitiendo un tono simultáneamente, aunque suele existir la posibilidad de inhibir esta acción y que el/la usuario/a revise el correo cuando quiera. Cuando ha llegado un mensaje, el receptor/a utiliza una aplicación software, compatible con la que lo emitió, para leerlo, y después, como se haría con una carta, guardarlo, borrarlo, contestarlo, etc... Normalmente, al comenzar una aplicación de correo electrónico, esta indica si hay mensajes esperando a ser leídos, con una línea resumen por cada mensaje que suele indicar, al menos, el/la remitente, la hora de llegada y el tamaño. A partir de aquí se decide qué hacer con los mensajes, igual que se hace cuando se reciben cartas.El almacenamiento virtual resulta de especial utilidad en estos casos:
No hay comentarios.:
Publicar un comentario